viernes, 6 de agosto de 2010

Gracias a Dios...

Gracias a Dios ...

La vida nos regala momentos, a cada instante.

Esta semana esta especial.
Empecé el Lunes, ya festejando mi cumpleaños con una querida amiga. Vanusa.
Nos regalamos un delicioso Almuerzo en el ICI. Un restaurante, a unos cuantos pasos de la clínica donde trabajo con mi querida hija Martha.

Que delicia poder compartir, estos momentos con amigos queridos.

El martes, se paso en un abrir y cerrar de ojos, mi ansiedad era grande. Se aproxima la fecha en que iré a visitar a mi hija Cris, que actualmente, vive en Australia, con su marido Leonardo. Y mi bebe... Alessandra, hoy con 21 años, regresaba el Miércoles.

Del Martes al Miércoles, no cabía de felicidad.

Casi no dormí de tanta ansiedad.

Este viaje de Alessadra, me tenia baste ansiosa, pues estuvo viajando por 40 días, en Europa. Realizando un sueño, con una amiga. Fueron con la mochila en la espalda y voluntad de conocer nuevas culturas y diferentes personas.

Europa, es un lugar mas seguro que Brasil. Pero aun así, mi ansiedad era enorme. Así que digamos que pase todos los 40 días rezando.

Si rezando. Pues solo Dios para proteger a estos amados hijos, donde nuestra vista no alcanza.

Todas las mañanas, antes del sol nacer, me despertaba e iniciaba mis oraciones pidiendo para Diocito. los ángeles, mis Santos, Jesús la Virgencita, para que cuidaran y protegieran estas chicas, en tan lejanos lugares.

Y hoy, no tengo mas que agradecer. Pues, esta en casa, descansando de una experiencia tan enriquecedora.

Regreso, mas segura, mas atenta, y reconociendo el valor de las cosas sencillas, como tener una cama con una cobija caliente, sabanas limpias. Un baño, con agua caliente, y un plato de comida sencillo y preparado con amor.

Termino la semana, ansiosa, esperando el dia 18, quando embarcare para Austalia.

Gracias Señor, por estos días tan especiales.

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