domingo, 6 de febrero de 2011

Viajando por este lindo mundo de Dios.

La vida nos va llevando por diferentes caminos.

Digo la vida, cuando en verdad, creo que es Dios, quien nos da la oportunidad de, en nuestro caminar, poder disfrutar y aprovechar un poco de todo lo lindo y bello que él creo.

Ah!!!! Después de caminar por 40 días. Ya en casa, puedo hacer un recuento de este caminar, por el mundo.

Cruce, el mundo para poder visitar a mi amada hija Cristiane, que en busca de su felicidad fue a vivir a Australia. A una ciudad, llamada "Perth.." Si hacemos una analogía con la palabra en Portugues, "perto" que significa  "cerca" . De cerca no tiene nada, pues  llevé 5 días para poder llegar.

OK. conveniamos que escogí, el camino mas largo. Esto en función, de la economía, pero creo yo que bien valió la pena. Pues tube la oportunidad de conocer un poco este mundo de Dios. Y pude estar conmigo misma, probando, que puedo, sí hacer las cosas solas, que Dios esta siempre a tú lado, cuidándote y protegiéndote, solo basta, querer llamarlo y pedirle que te envié sus ángeles para protegerte.

Inicie mi viaje, con miedo, pues seria un viaje largo y sola. Solo Dios las aventuras que podrían o suceder en estos días.
Mi primera parada, New York.
Hice una escala de 7 horas, y pase estas 7 horas en el aeropuerto JFK. Hice un intento de ir a la ciudad, que no queda cerca, pero al tratar de coger el tren que  me llevaría al centro de la ciudad. Un chicano, me empezó a seguir, esto me asustó, y decidí, regresar, al aeropuerto y esperar mi conección en un lugar seguro. Esto sin contarles, que para entrar a EUA, fue todo un esteres, pues,  aunque creo que cuento con mi lindo nombre de princesa,  me encantaron una homónima, fichada en los computadores de los gringos, y tuve que esperar una hora a que ellos vieran que yo soy una simple y sencilla, hija del Señor.

Después de esperara 7 horas y pasear por todas las terminales, ahora puedo decir que soy especialista en terminales de aeropuerto JFK. Espero que la próxima vez, que tenga oportunidad de estar en New York, pueda disfrutar y desvendar los misterios, de esta ciudad, que así como Sao Paulo, nunca duerme.

Siguiendo mis aventuras, hice escala en San Fancisco, ahí fue mas fácil y como ya estaba en territorio americano, no fue tan estresante cambiar de avión, solo una correría, porque el aeropuerto es enorme y había que caminar mucho para llegar a donde estaba mi conección.

El vuelo hasta Sydney fue tranquilo, lo pesado fue el cambio de horario, viajamos 13 horas y al llegar a Sydney ya era sábado. Pues como volamos contra el movimiento de la tierra acabe perdiendo 11 horas de diferencia de horario.
Llegué muy cansada. Y para descansar, me hospede en un hotel, cerca del aeropuerto, esta fue una sugerencia de mis amigas que han viajado y creo que fue una excelente idea, pues mis huesitos reclamaban, y yo estaba ya hecha un caco de cansada.
Trate de viajar con poco equipaje, pero aun así, eran dos maletas y una bolsa de mano. Llegue a Sydney en la mañana, pregunte en mi ingles, cortado y oxidado, como coger el camioncito, que ya estaba pagado, para ir a mi  hotel.
Así salí en dirección, al hotel, que quedaba bastante cerca, pero con maletas, mejor ir en transporte.
Al llegar me instalé y me moría de hambre. Pues se come mal en los aeropuertos y  en los aviónes, no siempre te dan cosas que te gusten, me moría de ganas de algo rico para comer y un relajante baño.  Le pregunte al chico  del hotel, como ir a algún restaurante, y el me dijo que podría llamar un taxi. Vi unas maquinas en el hotel y vi que tenían comida, estaba tan cansada, que pensé, mejor como algo aquí, descanso, me baño y mas tarde salgo a comer. Así que abrí mi cartera y le pedí cambio para colocar en las maquinitas.  El me dijo que no aceptaban dolares americanos.
'Casi me caí de espaldas. ?Cómo iría pagar las cosas si no aceptaban dinero americano.  El me dijo que tendría que regresar al aeropuerto y cambiar allá. Así que cansada y desconsolada, tras la explicación del recepcionista, volví al aeropuerto para cambiar algunos dolares y poder comprar algo para comer.

Platico este pequeño incidente, pues creo que es importante que siempre llevemos dinero local del país donde iremos a estar, pues, constantemente es difícil, conseguir dinero en lugares distantes.
Regrese, descanse, comí, dormí, me bañe y cuando desperté, salí, con miedo a conocer la ciudad.
Seria una experiencia nueva, conocer Sydney sola. Como podría hacerlo. Pregunte en el aeropuerto y me sugirieron que cogiera un turibus, me explicaron como llegar a el centro. Ya en el centro, dentro de mi turibus, puede apreciar la belleza de la ciudad de Sydney.



No hay comentarios:

Publicar un comentario